La bendición de Durvasa

Durvasa fue un sabio sumamente poderoso. Él creyó que lo había conquistado todo. Dijo: “He conquistado la ira he conquistado la pasión, he conquistado todo. No me queda nada más que conquistar en este mundo.”

Entonces, un día, mientras estaba meditando, vino una mosca y se posó sobre su hombro. Durvasa montó en cólera. Él, que era tan poderoso, se puso furioso con la mosca y dijo: “Tengo el poder para destruir el mundo. ¡Cómo te atreves a posarte sobre mis hombros!”

La mosca escapó volando y pidió ayuda al Señor Shiva. Shiva fue a Durvasa y le dijo: “¡Tú lo has conquistado todo y, sin embargo, una mosca puede ponerse en tu hombro y te hace enfurecer!

Durvasa tenía poder espiritual y poder oculto, pero nunca había conquistado su ira. En el Mahabharata hay numerosas historias auténticas de él maldiciendo a la gente a tiempo y a destiempo. También sus bendiciones eran muy irracionales. ¡A menudo su bendición misma era una maldición!

Ahora, la madre del gran héroe del Mahabharata, Arjuna, era Kunti. Kunti venía de una familia real, y cuando era una joven virgen y soltera, sucedió que Durvasa fue al palacio de su padre y ella le sirvió. Durvasa estuvo tan complacido con ella que inmediatamente le dijo: “Te concederé una bendición.”

Ella le dijo: “Gracias. Me hará muy feliz.” “De acuerdo. La bendición es que pronto serás la madre de un gran héroe.”

¡Esta era la bendición de Durvasa! ¡Kunti estaba soltera y esta era su bendición!

Ella dijo: “Ahora no estoy casada. ¿Cómo voy a ser una madre?”

Pero la pobre Kunti tuvo un hijo, un niño, engendrado por Surya, el Dios Sol. Como el hijo era ilegítimo, ella lo puso en un cofre y lo arrojó al río. El río fluyó y condujo al bebé hasta las manos de un plebeyo, un conductor de cuadriga llamado Adhirat. Adhirat crió al niño, Karna, el cual creció y llegó a convertirse en un gran guerrero, tan poderoso como su hermano Arjuna. Estos dos hermanos, Karna y Arjuna, iban a encontrarse en el campo de batalla en Kurukshetra.

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