Hubo un gran, gran, gran poeta de la antigua India llamado Kalidasa. Igual que en la literatura inglesa el autor Shakespeare es una figura inmortal, en el firmamento de la literatura india, Kalidasa es sin duda una figura inmortal. Él escribió sus dramas y poemas en sánskrito. Su más amado poema épico es Megha Dutam, el mensajero de las nubes. Kalidasa vivió durante el reinado de un buen, amable, benevolente y poderoso rey llamado Vikramaditya. Este, para fomentar las actividades inspiradoras, iluminadoras y divinas en su corte, señaló a nueve figuras extraordinarias, que fueron conocidos como los navaratna, las nueve gemas. Eran expertos en varios campos, como la medicina, la astronomía, la pintura, etcétera. Kalidasa resultó ser una de esas nueve gemas. Él fue el ashtana kavi, el poeta de la corte real.
Esta es la historia de como Kalidasa se convirtió en un gran poeta: Cuando aún era un hombre joven, vivía allí un rey que tenía una hermosa hija. Ella estaba sumamente versada en las escrituras. Desgraciadamente, el orgullo irrumpió con gran éxito en su mente y declaró que sólo se casaría con aquella persona que pudiera vencerla en razonamiento filosófico y espiritual. Muchos, muchos sabios (pandits) y letrados del sánskrito que conocían las escrituras aceptaron el desafío. Pero, para su gran pesar, uno a uno, todos fueron derrotados y penosamente humillados. Los desilusionados pretendientes querían hallar una forma de ejercer represalias contra la princesa por su humillación, pero por más que lo intentaron no lo consiguieron.
Un día, cuatro de estos pandits se encontraban en una aldea donde vieron a un joven pastor. El pastor estaba sucio y desaliñado; su rostro parecía un poco lerdo por decir lo mínimo. Cuando lo vieron por primera vez, se hallaba sentado en la rama de un árbol, comiendo gustoso algunas frutas y ¡al mismo tiempo estaba cortando la misma rama en la que estaba sentado!
Una brillante idea destelló en las frentes de estos sabios. Dijeron: "Le haremos un truco a la princesa y nos desquitaremos llevándole a este pastor pretendiendo que es el más grande erudito. Quien sabe, quizás este idiota sin igual incluso vencerá a la princesa en razonamiento."
Así pues, lo hicieron bajar del árbol, le ayudaron a tomar un baño, le dieron deliciosa comida y le pusieron bonitas ropas y un turbante. Ahora parecía un auténtico pandit. Entonces lo escoltaron hasta la ciudad y le advirtieron: "Tienes que permanecer en absoluto silencio, porque vamos a llevarte hasta la princesa."
El joven se asustó: "¿Hasta la princesa? ¿Para qué?"
Le dijeron: "Para que puedas vencerla en una discusión y casarte con ella."
Por una parte, el pobre pastor estaba aterrorizado; por otra parte, se sentía tentado. Estaba dispuesto a ir y derrotar a la princesa en la discusión. Los pandits le dijeron: "Siempre que la princesa te pregunte algo, tú responde sólo con gestos - levantando tus manos y tus dedos."
Cuando entraron en el palacio, los sabios le dijeron a la princesa que el pastor era un gran santo que había hecho voto de silencio. Cuando la princesa le hizo la primera pregunta, ella apuntó con un dedo hacia él. El pastor no sabía nada, pero como ella le había mostrado un dedo, se le ocurrió mostrarle dos dedos como respuesta. Entonces los sabios dieron una maravillosa explicación de lo que su gesto quería decir. Así, ella le hizo muchas preguntas, y cualquier cosa que venía a la mente de este idiota, él respondía con sus dedos. Entonces, los astutos sabios daban explicaciones superexcelentes. La princesa estaba altamente complacida con el pastor y sus respuestas, y dijo: "Ahora estoy preparada para casarme con este gran erudito." Los pandits recibieron también generosas recompensas de la princesa por haber traído a tan gran erudito hasta ella.
Así pues, la princesa y el joven se casaron. ¡Oh Dios, apenas pasaron dos horas antes de que ella llegase a descubrir que su compañero era el peor tonto posible en toda la creación de Dios! Cuando él comenzó a hablar, nada tenía ningún sentido. Se sintió desgraciada por haber sido engañada por los pandits, pero ¿qué podía hacer? Ella le dijo a su nuevo marido: "Te mantendré como esposo, siempre y cuando hagas caso de mi petición. De no ser así, te expulsaré del palacio."
Temerosamente,él respondió : "Si, te haré caso".
Ella le pidió que fuese al templo de la Madre Kali esa misma tarde y cerrase la puerta con llave desde dentro. Entonces debía ponerse a rezar a la Madre Kali. Cuando la Madre Kali llamara a la puerta, él tenía que decirle que le permitiría entrar sólo si Ella accedía a bendecirlo y hacer de él un gran erudito.
El joven obedeció a su esposa. Fue al templo de la Madre Kali y cerró la puerta desde dentro. Entonces comenzó a rezar con la mayor devoción. Algunas horas después, la Madre Kali vino y llamó a la puerta. Mientras abría la puerta para ella, él dijo: "Madre, Madre, Te dejaré entrar sólo si me bendices. De lo contrario, no permitiré que entres."
Viendo su sinceridad, la Madre Kali lo miró y vertió toda su Compasión en él. Ella le dijo: "Abre la boca y muestrame tu lengua." Cuando él lo hizo, Ella escribió en su lengua un mantra esotérico – algo sumamente sagrado y secreto. Inmediatamente él fue dotado de dones divinos: se volvió muy culto; podía hablar con fluidez el Sánscrito y comenzó a componer poemas.
Cuando regresó a casa mas tarde esa misma noche, su esposa estaba sumamente complacida con su transformación. Para su grandísima alegría, se había convertido en un gran erudito y poeta de la noche a la mañana. Los dos vivieron muy felizmente juntos. El joven se hizo conocido como Kalidasa. 'Dasa' significa esclavo o siervo. Él recibió la luz de sabiduría de la Madre Kali; por eso su nombre fue Kalidasa — el siervo de la Madre Kali.
– Sri Chinmoy
Cuando la Gracia de la Madre Kali o cualquier aspecto de la Madre Divina entra en nosotros, pueden ocurrir milagros en un abrir y cerrar de ojos. Habéis visto como esos grandes eruditos que acudieron a la princesa fueron todos vencidos por ella. Entonces los eruditos le hicieron una jugada y la derrotaron empleando medios sucios. Pero la historia no acaba aquí, la historia acaba muy dulcemente, muy satisfactoriamente. Kalidasa, su esposo, se convirtió en el mas grande erudito y poeta.
Quisiera deciros que hay una gran diferencia entre conocimiento y sabiduría. El conocimiento viene de los libros, pero la sabiduría puede venir, o bien de los más profundos rincones de nuestro corazón, o bien directamente de nuestra alma, o bien desde Lo Alto. Este tipo de sabiduría es infinita, infinitamente superior al conocimiento.
Si Le rezas al Supremo por la sabiduría interna, ciertamente Él te la dará. Si quieres servirle en elevar la conciencia de la humanidad, si quieres tomar parte en Su Juego Cósmico, si quieres ser Su instrumento supremamente elegido, entonces Él te concederá esa oportunidad dorada.
Dulcísimos niños, vais a vivir en la Tierra durante otros cincuenta, sesenta u ochenta años, y entonces vuestro cuerpo se irá. ¡Veréis cuán fugaces son estos años! Pero si tenéis aspiración, podéis crecer hacia la vida eterna. Cuanto más lleguéis a conocer conscientemente al alma, la cual es representante directa de Dios, más creceréis en la Luz, la Paz y la Dicha infinita de Dios y más podréis manifestar estas cualidades sobre la tierra.
Todo el mundo quiere felicidad. Pero la verdadera felicidad sólo viene de la unidad con la voluntad de tu alma, con la Voluntad de Dios. Si obedeces Su Voluntad, sin descanso y sin aliento, entonces serás feliz.
Por lo tanto, queridos míos, valorad vuestra vida espiritual. No dependáis de otros para que os inspiren y os ayuden. Sed vuestra propia inspiración. Las buenas cosas que estáis haciendo, aumentadlas. No confiéis en vuestra mente cuando dice: "Esto está bien". En un momento la mente dirá, "Ve por aquí", y al momento siguiente dirá "Ve por allá". La mente sólo está jugando al fútbol contigo. Pero el corazón no hace eso, el corazón conoce la Voluntad del Supremo y el corazón siempre te dirá que vayas hacia la Luz. Así pues, si puedes permanecer siempre en el corazón, serás siempre capaz de avanzar hacia la Ribera Dorada. Con infinito amor, compasión, interés y orgullo divino os estoy pidiendo, mis dulces niños, que permanezcáis siempre como las más hermosas y fragantes flores dentro del Jardín-Corazón del Supremo.
— Sri Chinmoy
De Whatever you want, God gives, por Sri Chinmoy