Pregunta: Encuentro que durante las competiciones mi aspiración varía mucho, a veces subiendo, a veces bajando. ¿Hay alguna manera de poder mantener mi aspiración a lo largo de toda la competición?
Sri Chinmoy: Esta es mi sencilla sugerencia. Antes de que comience la competición, medita cinco minutos con toda tu alma. Hazte sentir que no eres tú el competidor, sino que otro está corriendo, saltando o jugando en ti y a través de ti. Tú eres sólo el testigo, el espectador. Puesto que es otro el que compite, tú tienes la perfecta libertad para observar y disfrutar. Cuando estás corriendo, a veces es muy difícil disfrutar de la carrera. El espíritu competitivo o la frustración te están matando, o tu cuerpo no está respondiendo a tu voluntad mental y sientes que estás literalmente muriendo. Muchos problemas surgen.
Pero antes de comenzar, si puedes convencerte de que eres un observador divino y que es otro el que está compitiendo en ti, a través de ti y para ti, entonces el miedo, la duda, la frustración, la ansiedad y otras fuerzas negativas no podrán asaltar tu mente. Una vez que estos pensamientos ocupan la mente, intentan entrar en el vital y luego en el físico. Cuando han entrado en el físico, crean tensión, y eso te hace perder todo el poder de concentración. Pero si sientes que no eres tú el competidor, si sientes que estás observando la competición desde el principio hasta el final, entonces no habrá tensión, y esas fuerzas no te atacarán. Esta es la única manera de vencer esas fuerzas y mantener el tipo más alto de concentración desde el principio hasta el final.
Pregunta: Antes de una carrera de 400 metros me siento lleno de ansiedad. Tengo miedo de quedar demasiado exhausto, aunque ya se por experiencia que este miedo es infundado. ¿Por que me siento tan ansioso?
Sri Chinmoy: Para larga distancia necesitas resistencia y para distancia corta necesitas velocidad. Pero los 400 metros requieren tanto resistencia como velocidad. Así que, en primer lugar, deberías reconocer que esta es una carrera muy difícil. Pero como la has corrido muchas, muchas veces, sabes que no vas a morir. La dificultad, en tu caso, no es realmente el miedo a quedar exhausto, sino un miedo sutil a no quedar el primero, lo cual te crea ansiedad. Realmente no te preocupa que después de correr 400 metros vayas a colapsarte y morir. Ese miedo estaría totalmente infundado. El verdadero miedo es de que alguien pueda batirte.
Tienes que aprender la diferencia entre tener ansiedad y estar alerta. Son dos energías dinámicas diferentes. Con la ansiedad, estás siempre preocupándote acerca de los demás y comparándote con ellos. Pero estando alerta, sencillamente quieres hacerlo lo mejor que puedas. Cuando el disparo de salida está a punto de sonar, deberías estar alerta pero no ansioso.
Cuando corres, intenta sentir que eres el único participante en la carrera. Antes de que suene el disparo, no pienses en los demás; piensa sólo en ti mismo -en que vas a correr a tu máxima velocidad. Quieres ver tu capacidad. Si vas a quedar el primero o el último, eso lo decide Dios. Así pues, permanecerás alerta pero no pensarás en los otros, de esta manera no puede haber ansiedad.
Pregunta: Hace poco, en una carrera de una milla, corrí los primeros dos cuartos a mi paso, pero en el tercer cuarto mi concentración desapareció.
Sri Chinmoy: En esa ocasión, una especie de relajación o sentimiento complaciente surgió. Sentiste que habías logrado tu objetivo. Deberías haberte dicho: "He logrado mi objetivo para la primera mitad, pero tengo otro objetivo." Si intentas ir siempre más allá, trascender, entonces tendrás una mejor velocidad. La satisfacción es buena, pero también es bueno tener anhelo. Dios te ha dado una pizca de paz, y estás satisfecho por eso. Pero deberías querer tener más paz. A este anhelo por algo más lo llamamos receptividad. Puedes aumentar tu receptividad. Cuando llegas a un nivel en particular, tienes que decir: "¿Puedo hacer algo más?" Entonces hazlo.
Pregunta: ¿Es mejor concentrarse o meditar mientras se está corriendo un maratón?
Sri Chinmoy: Siempre es aconsejable concentrarse cuando se corre un maratón. Si meditas, sentirás que estás en la cima de una montaña nevada o en el fondo del océano. Ese es el tipo más elevado de meditación, pero eso no te ayurdará en tu carrera. Pero si te concentras en correr, en todo momento podrás regular tus pasos y tu avance. Además, los pensamientos inoportunos, destructivos y desalentadores no podrán hacer que tu conciencia descienda. Si tu conciencia no desciende, naturalmente correrás más rápido.
Sin embargo, antes de correr, la meditación es buena para calmar y acallar la mente de manera que las fuerzas negativas no entren. Cuando meditas, tu mente adquiere cierto equilibrio. Luego, cuando estás corriendo, si puedes hacer salir ese equilibrio, eso te ayudará a vencer la frustración mental que a menudo aparece cuando corres largas distancias. Cuando estás corriendo largas distancias, todo tipo de pensamientos frustrantes vendrán y te harán sentir que lo que estás haciendo es inútil. O la mente te dirá: "O, esto es aburrido," y no querrás dar un paso más. Pero si pudiste meditar anteriormente ese día, habrás adquirido entonces algo de fortaleza interna sólida que te llevará kilómetro tras kilómetro. Además, la meditación te enseña cómo vaciar la mente de pensamientos. Y si puedes mantener a los pensamientos fuera de la mente mientras estás corriendo, eso te ayudará tremendamente –más de lo que puedes imaginar. En ese momento una nueva creación podrá amanecer en tu interior, y eso te dará inspiración y receptividad adicionales.
Pero cuando estás de hecho corriendo, es mejor concentrarse que meditar. Otra cosa que puede hacer es cantar canciones espirituales fervorosa y poderosamente. Esto también ayudará a evitar que la mente se sienta cansada o frustrada e interfiera con tu carrera.
Pregunta: Durante el entrenamiento un atleta sacrifica una gran cantidad de tiempo, y aún así, el mismo día de la carrera quizás no es capaz de hacerlo bien. ¿Cual cree usted que es la actitud que debería tener hacia esto?
Sri Chinmoy: Depende enteramente del tipo de atleta que uno es. Si es un atleta espiritual, un buscador-atleta, entonces cada día es una oportunidad de oro para devenir un mejor instrumento de Dios; es un proceso de por vida. Por consiguiente, cada vez que uno practica, ha de consagrarse y entregarse a la Voluntad del Supremo. Si alguien no es un buscador, sino un atleta común con abundantes capacidades, deberíaentonces sentir que la vida no es una cuestión de auto-ofrecimiento o sacrificio. La vida es sólo una cuestión de dar y tomar. Cuando está entrenando, lo cual significa que está preparándose, él está dandoen esos momentos . Entonces, el día particular en que hay un encuentro atlético, él está recibiendo el reconocimiento del mundo. De manera que el atleta da y da y da durante unos cuantos meses, y luego llega el día en que recibe la apreciación, admiración y adoración del mundo. ¿Cómo puede haberentonces sacrificio? Es todo dar y tomar.
Un atleta practica seriamente durante tres o cuatro meses, y luego durante la competición tiene que demostrar su capacidad. Si lo hace pobremente, podrá pensar: "O, ¡tantos sacrificios durante tantos meses!. Y ahora, ¡qué deplorable resultado!" Pero no fue un sacrificio. Élsólo estaba dando durante un periodo de tiempo, y ahora está recibiendo el resultado en forma de una experiencia. El buscador que reconoce su unicidad interna con el resto del mundo no se sentirá triste y desgraciado si lo hace pobremente. Este tipo de experiencia –tanto el éxito como el fracaso– es absolutamente necesaria para todo el mundo en todo ámbito de la vida.
Pregunta: Si alguien está cerca de mí, me resulta más fácil mantener la velocidad que quiero mantener. Pero si no hay nadie delante, me resulta difícil concentrarme en la velocidad.
Sri Chinmoy: En ese momento tienes que usar tu reloj. Si sabes que puedes ir a menos de cinco minutos por milla durante siete millas, intenta entonces aumentar tu capacidad. Tal vez estés por delante de los otros corredores, pero no estás por delante de tu mejor tiempo posible. Supongamos que habías planeado correr a menos de 4:30 minutos por milla, pero todos están por detrás de ti, de modo que no estás teniendo ninguna inspiración o desafío. Tan sólo mira tu reloj y piensa que es otro rival o competidor. Entonces te sentirás inspirado a correr más rápido.
Pregunta: ¿Cómo describiría cuando alguien experimenta "el muro" durante un maratón?
Sri Chinmoy: Cada persona tiene su propia descripción del ‘muro’. ¿Qué quiere decir 'llegar al muro'? Quiere decir que tu agotamiento ha alcanzado su cénit. Al llegar a este punto, tal vez todo se queda blanco ante tus ojos o tal vez lo ves todo negro. Podrías sentir que hay una gruesa pared ante ti que no puedes penetrar, o un inmenso océano o una gran montaña que no te va a permitir seguir adelante. Un obstáculo que no puedes apartar, ni atravesar o ir más allá de él.
Si realmente has llegado al ‘muro’ , entonces incluso con una voluntad adamantina tan sólo podrás correr una o dos millas más. Llegar al muro es como sentir que toda tu energía vital te ha abandonado. Significa que tienes una sensación de colapso absolutamente real. El cuerpo te da el sentimiento de que la muerte es inminente. En ese momento, un verdadero desaliento –físico, vital y mental- asalta tu vida.
Pregunta: ¿Cual debería ser mi actitud cuando otro gana la carrera en la que estoy participando?
Sri Chinmoy: Cuando somos niños, sólo aprendemos a caminar después de repetidas caídas. Nos hacemos un corredor rápido después de perder muchas veces la carrera. Nos volvemos buenos luchadores después de ser derrotados muchas veces. Si me siento triste cuando veo que otro está ganando la carrera, eso no me va a ayudar. Pero si puedo apreciar su velocidad, en seguida entrará en mí algo de su capacidad. Por medio de la apreciación sincera, ganamos capacidad. Cuando veo que alguien está corriendo el más rápido, realmente siento que yo soy esa persona. Si puedes identificarte con los éxitos de las demás personas, en lugar de envidiarlas, obtendrás mucha más cantidad de alegría de la vida. Y por supuesto, si puedes identificarte también con sus derrotas, aprenderás simpatía y amabilidad, así como también enriquecerás tu propia experiencia.
Pregunta: Supongamos que una carrera está muy próxima y la capacidad de dos atletas es la misma, pero uno de ellos está aspirando espiritualmente. ¿Permite la Gracia de Dios que gane el que está aspirando?
Sri Chinmoy: Eso depende de la Voluntad del Supremo. Si alguien está aspirando mucho, tal vez el Supremo le diga a esa persona: “De acuerdo, puesto que estás consagrado sinceramente a Mi Voluntad, no tienes que ganar en los Juegos Olímpicos”. Por otra parte, si alguien es un buscador y tiene además gran potencial como atleta, el Supremo puede darle entonces un poco de éxito en los deportes. Pero si alguien con gran aspiración se convierte sólo en un atleta, será un desperdicio de su capacidad.
Pregunta: ¿Cómo puede su filosofía de auto´trascendencia, en la que usted expone que la humanidad debería esforzarse por el progreso en lugar del éxito, aplicarse a los venideros Juegos Olímpicos?
Sri Chinmoy: Todos los atletas deberían tener en mente que no están compitiendo con otros atletas sino con sus propias capacidades. Tienen que ir más allá de cualquier cosa que hallan logrado antes. La presencia de todos los grandes atletas en los Juegos Olímpicos representa una gran oportunidad. Cuando un atleta tiene que competir con el resto del mundo, hay muchas oportunidades y posibilidades de que trascienda sus propias capacidades. Esto es lo que tiene capital importancia, y no el vencer o no a otros. Dios, el Autor de todo bien, se sentirá extremadamente complacido con el atleta sólo cuando este trascienda sus propias capacidades.
Lo que tiene capital importancia es la actitud del individuo. El atleta ha de sentir que está estableciendo un nuevo récord, no para su propia gloria sino para aumentar la capacidad y mejorar el nivel del mundo. El atleta ganador ha de sentir que está representando a toda la humanidad. Entonces, con un corazón devoto y fervoroso, si puede ofrecer con toda su alma su hazaña al Atleta Supremo, su Fuente, en ese momento está haciendo absolutamente lo correcto. Si esta es su actitud, que intente entonces hacer todo posible por batir records mundiales. Pero si quiere vencer al resto del mundo sólo para bañarse en su propia gloria, está cometiendo un deplorable error.
El atleta olímpico debería sentir que es un miembro de la familia mundial, y su objetivo debería ser su propio progreso continuo. Si él puede trascender continuamente sus propios logros, está llamado a obtener satisfacción, porque el progreso no es sino satisfacción. Los dos van siempre juntos. Si sólo se interesa por el éxito, entonces aunque triunfe no obtendrá alegría duradera. Porque en seguida mirará alrededor y verá como sus logros son hechos añicos aquí o en cualquier otra parte. Pero su propio progreso es como una semilla que finalmente se convierte en una planta y luego en un gigantesco árbol que le dará un continuo sentido de satisfacción.