Más allá de cualquier sombra de duda
alcanzaré el Rostro sonriente de Dios.
Más allá de cualquier sombra de duda
correré con Dios en Su Carrera
de Transformación de la Tierra.
Intenta ser un corredor, y procura en todo momento superar e ir más allá de todo lo que te molesta y se interpone en tu camino. Sé un verdadero corredor de manera que la ignorancia, la limitación y la imperfección queden todas muy lejos por detrás de ti en la carrera.
Tan sólo una zancada por delante:
la Compasión de Dios.
Tan sólo dos zancadas por delante:
mi transformación.
Tan sólo tres zancadas por delante:
la Sonrisa de Satisfacción de Dios
y
mi llanto de gratitud.
Tus días de alegrías de excelencia
están por delante de ti
y no a tu lado.
¿Por qué entonces
no corres inmediatamente y declaras:
"¡La Meta está lograda!"