La partida de dados

El juego de dados es de origen divino. ¿Quién introdujo este juego? Fue el Señor Shiva y nadie más. Él y su consorte, Parvati, solían jugar a este juego. Shiva enseñó a Parvati a jugar porque ella tenía el deseo de llegar a ser tan buena como él en tantas maneras como fuese posible. Jugando a los dados, Shiva y Parvati mantenían su más elevada conciencia. Jugaban por amor a juego. Pero para los seres humanos ordinarios siempre ha sido un juego peligroso. Uno tiene que perder. Uno tiene que ganar. ¡Después de jugar un rato las personas pierden la cabeza y se vuelven insensatas¡ Las personas que son adictas al juego no se mantienen normales, y la intoxicación del juego puede demostrar ser su ruina.

Y así sucedió que muchos de los acontecimientos narrados en el Mahabharata, hasta la épica batalla de Kurukshetra entre los Kauravas y los Pandavas, se producen como resultado de una fatídica partida de dados. Porque incluso Yudhishthira, el más piadoso, generoso y benévolo de los hombres, era aficionado a este juego. Sabiendo esto, Duryodhana de los Kauravas lo tentó a jugar contra él. Huelga decir que Duryodhana venció. Yudhishthira empeñó su riqueza, luego su reino, luego a sus hermanos y a sí mismo, y finalmente a su querida esposa Draupadi. A pesar de todo esto, ¡Yudhishthira jugó todavía una partida más! Perdió de nuevo, y esta vez él y el resto de los Pandavas tuvieron que ir al exilio durante treinta largos años.

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