El Infinito entrará en nuestra existencia terrenal
una y otra vez para amar esta tierra.
Este río de la vida está lleno de alegría y tristeza.
Aquí navegamos en la barca otra vez
hacia una realidad desconocida.
Oh Señor, te veo como mi dulce Compañero.
Tú me llevas al Deleite del Cielo
sólo para enviarme de vuelta con las manos vacías
a la severa vida-realidad de la tierra.