Hoy, Tú me has dado
el mensaje de la entrega.
Yo Te he ofrecido
la flor misma de mi corazón.
Ya no habitaré más
en la oscura noche de lágrimas,
en la desconocida celda de la ilusión,
en la casa de lo finito.
Sé que eres mía.
Lo he sabido, Madre,
Oh, Reina de lo Eterno.
De 'Mi Flauta', Sri Chinmoy