A Ti me inclino, ¡Oh Avatar de la era!
¿Me darás el derecho a venerarte
tocando Tus Pies de Loto?
¡Oh poeta-visionario, Oh amor encarnado!
De cientos de maneras Te llamo,
en cientos de formas Te pinto,
incontables veces me inclino a Ti.
Oh manos que atraen la liberación de la humanidad,
ofreced Vuestro caudal de Néctar,
y barred la oscura desgracia de la muerte.
A Ti me inclino, ¡Oh Avatar de la era!