Los esfuerzos de aspiración siempre proporcionan resultados de satisfacción. Puede llevar tiempo a veces, pero los resultados son inequívocamente seguros.
A menudo los aspirantes preguntan cómo pueden saber si están meditando correctamente o si sólo están engañándose a sí mismos o teniendo alucinaciones mentales. Es muy fácil saberlo. Si estás meditando correctamente obtendrás alegría interna espontánea. Nadie te ha dado buenas noticias, nadie te ha traído regalos, nadie te ha apreciado o admirado, nadie ha hecho nada por ti; pero tienes un sentimiento interno de deleite. Si sucede esto, sabrás que estás meditando correctamente. Pero si sientes tensión mental o interferencias, entonces sabrás que el tipo de meditación que haces no es el apropiado para ti.
Si estás disfrutando de una alucinación mental, sentirás que adentro hay paz y afuera inquietud. Estás anhelando la paz, la luz y el deleite, pero externamente sientes una turbulencia volcánica. Si estás teniendo una meditación real, una meditación sublime, con toda seguridad sentirás la paz dentro y fuera de ti. Si es una meditación plena de alma, sentirás tu existencia eterna; sentirás que eres de la Eternidad y para la Eternidad. Este sentimiento no lo puedes obtener de una alucinación mental.
También hay otra manera de saberlo. Si estás entrando realmente en un plano superior, sentirás que tu cuerpo se vuelve muy liviano. Aunque no tengas alas, casi sentirás que puedes volar. De hecho, cuando hayas alcanzado un mundo muy elevado, verás un ave dentro de ti que puede fácilmente volar igual que las aves reales.
Cuando se trate de tu imaginación, obtendrás un sentimiento muy dulce durante algunos minutos; entonces, en seguida pensamientos oscuros o frustrantes entrarán en ti. Dirás: “Estudié mucho, pero no he conseguido buenos resultados en el examen,” o dirás: “Hoy he trabajado muy duro en la oficina, pero no he podido complacer al jefe.” Estas fuerzas negativas en forma de frustración vendrán en seguida. O bien entrará la duda y tal vez dirás: “¿Cómo puedo meditar tan bien si ayer cometí tantos errores? ¿Cómo es posible que Dios esté complacido conmigo? ¿Cómo puedo estar teniendo una meditación tan elevada?” Pero si es una meditación verdaderamente elevada, sentirás que tu existencia entera, como un ave divina, está volando alto, más alto, altísimo. Mientras tienes este sentimiento no habrá pensamientos tristes, ni pensamientos frustrantes, ni dudas. Estarás volando en el cielo del deleite donde todo es alegría, paz y éxtasis.
También puedes saber si has tenido una buena meditación por cómo te sientes después. Si la paz, la luz, el amor y la alegría han aflorado de tu interior como resultado de la meditación, entonces sabrás que has meditado bien. Si tienes un buen sentimiento hacia el mundo, si ves el mundo de una manera amorosa a pesar de sus abundantes imperfecciones, entonces sabrás que tu meditación fue buena. Y si tienes un sentimiento dinámico justo después de la meditación, si sientes que has venido al mundo para hacer algo y devenir en algo –crecer en la imagen misma de Dios y devenir Su instrumento dedicado–, eso indica que has tenido una buena meditación. Pero la manera más fácil de saber si has tenido una buena meditación es sentir si la paz, la luz, el amor y el deleite han aflorado desde tu interior.