Yudhishthira acudió a Krishna cuando la batalla hubo terminado y dijo: “Krishna, hemos vencido. Ha sido todo por tu Gracia. Pero sabes, Krishna, a pesar de la victoria, no tengo paz en mi mente. Ahora que hemos derrotado a los Kauravas, se supone que deberíamos estar contentos. ¿Pero cómo puedo estar contento si no tengo paz mental?”
Krishna dijo: “Yudhishthira, ¿cómo puedes ser feliz si tu peor enemigo aún está vivo?”
Yudhishthira exclamó: “¿Mi peor enemigo? ¿De quién se trata? ¿Cómo es que no sé nada de él? Por favor, ¡dime dónde está!”
Krishna dijo: “Tu peor enemigo está dentro de ti, y en ninguna otra parte. Has estado alimentando y nutriendo a ese enemigo durante mucho, mucho tiempo. A menos y hasta que has conquistado a ese enemigo, no importa lo que logras, no importa lo que haces por ti y por la humanidad, nunca puedes tener felicidad.”
Yudhishthira dijo: “¡Krishna, por el amor de Dios, dime quién es mi peor enemigo! ¡Detén tu filosofía e ilumíname!”
Krishna, con un corazón amoroso y un rostro sonriente abrazó a Yudhishthira y dijo: “Eres con diferencia el mejor, no sólo entre los Pandavas, sino entre todos los mortales, entre todos los seres humanos. Sin embargo un enemigo tuyo, que no es otra cosa que debilidad, es sumamente destructivo . Y ese enemigo-debilidad tuyo es tu desafortunado orgullo. Conquista tu orgullo. ¡Entonces la felicidad fluirá en tu mente y la paz se asentará sonriente en las profundidades mismas de tu corazón!”
Yudhishthira dijo: “Tu bendición de sabiduría es la felicidad de mi mente y la paz de mi corazón, Krishna, mi Krishna.”